Wednesday, March 4, 2009

El Día Después de una Noche Obscura y triste

El Día Después de una Noche Obscura y triste
O
Como El Cocinero Capturó a él Culpable

Una noche obscura y triste, el cocinero trabajaba en el restaurante que se llama “El Misterioso”, en una gran ciudad de un país con un clima desagradable. Cuando el cocinero llegó a casa, estuvo muy cansado y así él se acostó. A la mañana siguiente, él no tuvo que trabajar. El decidió ir a caminar por el parque cerca de su casa. Su perro estuvo muy contento de ir a caminar. Su gata, por otra parte, no estuvo contenta porque ella tuvo que quedarse en casa.
El perro ladró y saltó. El perro entro a un bosque, primero a la derecha y entonces a la izquierda. De pronto el perro puso su nariz en el aire y tuvo una gran inhalación y ladró en voz alta y jalo al cocinero muy rápido. El cocinero tropezó y casi cayó en un bulto en la tierra. El perro paró en frente del bulto y el cocinero vio un hombre sin vida.
El perro pensó, tanto como un perro pensaría, ¡espero llegar pronto a casa y decirle a mi amiga, la gata – ¡un hombre sin vida!! El cocinero pensó, ¿por qué yo?
A este tiempo, la gata pensaba, ¡porque no llegan a casa porque tengo que esperar tanto!
El cocinero llamó a la policía y finalmente, ellos llegaron. El hizo su declaración jurada y entonces se fue a casa, pero él no pudo parar pensar en el hombre sin vida.
Al día siguiente, el cocinero miró las noticias y leyó sobre el hombre. La policía encontró cosas en el hombre o en su ropa:
- Una nota que decía: ¿cariño, por qué? (En una mano femenina).
- Un cuchillo con sangre.
- Un artículo de DNA de la justicia.
- Una foto de un niño y una niña.
- Un pañuelo de papel.
- Una galleta de perro.
- Comida para pájaros.
- Una mapa de la cuidad con un “X” en el bosque.
- Un dirección en un país caluroso y soleado
- Una bolsa pequeña de plástico con un polvo blanco.

En el artículo, el vocero de la policía dijo que el hombre perdió su vida de un mal al estómago. El cocinero no lo creyó y decidió encontrar el por qué el hombre había perdido la vida.(Bruce)


Al llegar a su casa el perro fue a ver el gatito para contarle lo que había pasado en el parque. El gato estaba muy feliz de ver que su mejor amigo le dio besitos en su cara y rostro. Después de haber leído el artículo sobre el pobre muerto, el cocinero hizo contacto con el periódico para comunicarse con el reportero que había escrito sobre la muerte del hombre en el parque. El reportero, Armando Álvarez Bravo, le dijo al cocinero que no podía darle mucha información sobre el pobre muerto, solamente sabia que fue patólogo en el hospital público de la ciudad. El cocinero le dio las gracias al reportero y colgando el teléfono vio que el gato estaba echando una espuma por su boca y el perro estaba respirando con dificultad. Enseguida el cocinero llama a su veterinario para ver si podía verlo pronto con sus queridos animalitos. ¡Seguro que si! le contesto el doctor. El cocinero se acordó que el perro había lamido el cuerpo del muerto en el parque. (Mimi)

Sunday, March 1, 2009

El Regreso

La noche fue fría y oscura. La casa de la granja estaba vacía. Dos meses después de año nuevo, la nieve continuaba cayendo. Roberto acaba de retornar a casa luego de dos años en el ejército. El, no les había escrito a su padres, ¿pero no pudo comprender porque se habían mudado sin decirselo? El paso frío y tuvo hambre. Todos los muebles habían desaparecido, incluso las sillas y las camas. No había electricidad y no había teléfono. (Ivan)

El pensaba en su familia. Qué paso?. Su cabeza giraba en torno a sus memorias. Por que nadie le dio la bienvenida?, Roberto no pudo comprenderlo. El se sintió perdido y sobre todo solo. Por fin, el encontró su viejo dormitorio y descansó en su pieza. El comió algunos chocolates que tenía en su bolsillo. De pronto, Roberto se puso a reír! El se acordó de una antigua frase: "No puedes regresar a la casa otra vez". ¡Que broma tan cruel!,¡Pero era verdad!.
Por fin, el se durmió en el piso de su dormitorio. ¡Mañana!, ¡mañana!, ¡siempre mañana!. ¡Siempre hay un mañana!. (Lee)

Cuando se desperto, pudo oir el ladrido de un perro. El miro por la ventana y pudo ver un perro grande y negro al borde del bosque. ¡Espera! penso ‘aquel perro se parecía a mi perro viejo, Rio, ¿Es possible? Corrio por la puerta y hacia el perro llamando el nombre del perro en una voz alto ‘Rio, Rio!’ El perro voltee su cabeza y empezo a corer hacia Roberto. Cuando se encontraron, abrazaron con mucho gusto por algunos minutos. Entonces, Roberto observo una pequena pieza de papel se doblado. Estuvo fijado abajo de el cuello del perro. El quito el papel y lo desdoble. Entonces lee: “Cuando encuentra este papel, sabras que estamos perdido. No sabemos a donde nos llevaran, solo sabemos que el enemigo nos ha encontrado. Mira en el oeste.”
Roberto penso. ¿Que ememigo? Mis padres no tienen enemigos! y ¿donde en el oeste?
¿Porque ha pasado esto.? (Dennis)

Roberto se despertó con el ruido de unas balas y también de una luz explosiva. Roberto dio un brinco de su catre dándose cuenta que en sus sueños había vuelto a la granja donde había nacido.
Había tomado un pequeño descanso de la Guerra donde él estaba con tantos muchachos jóvenes lejos de sus hogares y queridas familias. Sintió las lagrimas cayéndose de sus ojos todavía tristes del sueño que había tenido hacia unos momentos antes de despertarse a la realidad de su vida. (Mimi)

Una Aventura

Yo vivía muy feliz en un mundo con una Mamá muy bella, un hermano mayor, una cocinera que me adoraba y con la luz de mi vida, mi Papá. Yo esperaba con ansiedad dos tiempos muy especiales en este pequeño mundo mío. Uno era los momentos antes de dormir, cuando mi Papi me contaba las aventuras del Capitán Pipa. Ese viejo marinero tenía una pierna de madera que empezaba en su rodilla y terminaba en su pie. El Capitán viajaba por el mundo arriba de una ballena. Para poder balancearse en sus viajes con ella, el Capitán ponía su pie de madera dentro del hueco donde respiraba esa ballena viajera. Cada noche había países nuevos, con gentes maravillosas, comidas exóticas y vidas muy distintas a la mía. Me quedaba dormida con nombres de países que no podía pronunciar y razas misteriosas. El otro tiempo que yo esperaba con anticipación era los sábados cuando mi querido Papi me llevaba al museo, no solamente para ver las bellas artes, sino también las momias de Egipto, los mastodontes prehistóricos, etc. Yo siempre esperaba que llegásemos a la sala de los mapas del mundo. En esa sala yo buscaba los mapas donde podía encontrar los países maravillosos donde viajaba mi amigo de la noche; el Capitán Pipa. (Mimi)

Pero quien sabe la realidad que uno vive en su juventud.? Todos cambian sus vidas en los recuerdos, quieran hacerlo, o no. ¿Es verdad que mi Papá, que lo amaba más que a nada en todo el mundo, me contaba las aventuras de Capitán Pipa cada noche? ¿Y los sábados? Hay otros recuerdos que no quiero recordar, pero no puedo evitarlos: mi Mamá, bella pero triste, mirando a través de la ventana en la noche, mirando a la calle oscura, preguntándose, donde estaba mi Papá. Esos sábados estábamos solas, mi Mamá y yo, esperando el regreso del hombre de nuestras vidas. No sabíamos donde estaba durante las semanas que no estaba a casa con nosotros.
Al menos, mi Papá me dio el anhelo de la aventura. En mi corazón quemaba el deseo viajar por los países maravillosos que fueron visitados por el Capitán Pipa. Y quizás, en el inconsciente, todavía estaba la niña buscando a su querido papá.
Un verano, cuando tenía diecisiete anos y acababa de terminar mi educación en el colegio, ocurrió. Mi papa no llegó a casa. Mama y yo, esperamos dos meses. Dos meses sin carta, sin llamado de teléfono. ¿Donde estaba? No tuvimos ninguna idea. Cada día iba al museo para mirar las mapas, los que mi papá y yo estudiamos juntos por tanto tiempo. Buscaba en los recuerdos de los cuentos de aventura para contestar una pregunta. La pregunta mas importante: ¿adonde se iría mi papa? Finalmente, decidí lo que haría. Viajaría por barco, a un país cerca del mar, con bellas islas; el país favorito del Capitán Pipa, y buscaría a mi papa en los puertos. Me despedí de mi mama llorando, y salí para Grecia.(Cathy)


Yo llegué a Grecia muy temprano en la mañana. Yo puedo a ver el Acrópolis en la distancia. Era hermoso. Nunca en mi vida he visto algo más hermoso que eso. No puedo explicar mi sentimiento. ¡Mira! Era exactamente como mi Papi me lo había dicho. Pronto mis lágrimas se secan en el sol de Grecia. No lloré más. Yo estaba encantada con Atenas. Por fin, yo estoy viviendo mi propia aventura. En los primeros días, yo caminé por las calles mismas en la plaza que los antiguos caminaron. Yo pensé sobre las diosas mitológicas, especialmente Aténá. Aténá le ayuda a Telemachus, su hijo de Odysseus, a encontrar a su papá. Quizás Aténá podría ayudarme también.

Un día yo subí a la cima del Acrópolis y yo vi el Partenón. Dentro del Partenón estaba el templo de Aténá. Me quedé ahí por mucho tiempo. En mi mente yo puedo verlo como lo que fue en la época antigua, hace más de cuatro mil años. Me sentí muy tranquila y por primera vez yo tuve seguridad que yo encontraré a mi Papá.

Yo fui a mi departamento y cuando yo dormí yo tuve sueños con mi Papá. En la mañana cuando yo estaba tomando mi café y oyendo las noticias en la televisión, un periodista estaba diciendo que un hombre misterioso fue encontrado en un barco cerca de la isla de Mikonos. El hombre no puede recordar nada. Él dijo que las autoridades piensan que él ha estaba perdido en la mar por mas de dos meses. Ahora el hombre está en el hospital de Mikonos. ¿Será posible? ¡Mi Papá, la luz de mi vida? Al mismo tiempo yo sentí alegría y miedo. Mi corazón estuvo palpitando muy rápido y sentí que no podia respirar. (Lee)

El día siguiente busqué un pasaje a la isla de Mikonos para ir al hospital de ahí para ver si el hombre que se había encontrado sin memoria era mi Papi. Casi no dormí durante la noche pensando que iba a encontrar a mi querido Padre y tenia muchas preguntas a hacerle. El viaje hasta la isla fue calmado en un velero pequeño. Hable un poco con el Capitán del barco, La Elena, usando mi pobre griego, mi poco de español y francés. Me habló de su amor al mar, de sentir el aire en su pelo, de la sal acumulándose en su cara, del sol calentando sus viejos huesos, pero sobre todo de su libertad total. Le pregunté si su nombre era Pipe, me sonrió diciéndome que se llamaba Yannis.

Cuando llegue a Mikonos me monté en un taxi para llevarme al hospital a ver si el hombre con amnesia era mi Papá. Al llegar al cuarto del invalido vi un hombre muy quemado del sol con un pelo muy blanco y muy flaco. Me acerqué a la cama con el corazón dándome golpes en el pecho. El hombre abrió sus ojos. Ojos azules como el mediterráneo me miraron con cariño y dulzura. Unas lágrimas salieron de mis ojos y el hombre con una mano llena de arruga me pasó esa mano por mi cara para quitarme las lagrimas. ¿Por qué lloras jovencita? me pregunto una voz ronca. “Porque pensé encontrar mi Papá en esa cama y tu no eres mi Papá”. “También es triste para mi” dijo el anciano “pues pensé que había llegado alguien que me conociera.” El viejo me pidió un poco de agua y también me pidió sentarme y contarle como había llegado a su lado buscando mi padre. Pase casi todo el día a su lado contándole mi vida hasta llegar a Mikonos y a su lado. Me pidió volver al día siguiente porque estaba muy cansado y quería ver si se acordaba algo en sus sueños.

Cuando llegue al hospital el día siguiente las enfermeras me dijeron que el viejo se había acordado quien era y salió del hospital temprano pero me había dejado una nota. Yo fui a un cafecito para leer la nota que me había dejado el viejo.

“Querida viajante, nunca dejes de buscar al hombre que te dio vida, el hombre que te dio la aventura en tu ser. Sigues viajando por el mar, sigues buscando aventuras y sígueme a mi pues me llamo Pipa y tengo un barco en Mikonos y te esperare mañana hasta que se acuesta el sol.

Mis aventuras continuarán. (mimi)